En los últimos meses, el término “viuda negra” volvió a ocupar titulares en distintos puntos del país. Así se denomina a las mujeres que, tras seducir a sus víctimas —generalmente hombres mayores—, los adormecen o los drogan para robarles dinero y pertenencias. Pero detrás de esa expresión popular hay una historia mucho más antigua y simbólica.

El origen del nombre

La denominación “viuda negra” surgió por analogía con la araña Latrodectus mactans, una especie cuyas hembras devoran al macho tras el apareamiento. A mediados de la década de 1990, los criminólogos Eric Hickey y Michael Kelleher adoptaron ese término para describir a las mujeres que utilizaban el vínculo afectivo o sexual como medio para estafar o asesinar.

Está grave un hombre que habría sido víctima de una viuda negra en pleno Barrio Norte

En muchos casos, las motivaciones de estas criminales no son biológicas, sino económicas: buscan herencias, seguros de vida o simplemente dinero rápido. Los investigadores también aclararon que existen hombres con patrones similares, conocidos en la literatura criminal como “barbas azules”, en referencia al cuento europeo en el que un noble asesina a sus esposas.

Las “viudas negras” más temidas de la historia

Mary Ann Cotton, la enfermera asesina de Durham

En la Inglaterra victoriana, Mary Ann Cotton dejó una huella sangrienta. A mediados del siglo XIX fue acusada de haber envenenado a más de 20 personas —entre ellos, tres esposos y varios hijos— para quedarse con los seguros de vida. Su método preferido era el arsénico, un veneno difícil de detectar en esa época, cuyos efectos se confundían con enfermedades infecciosas. Cotton fue finalmente condenada y ejecutada en 1873.

Belle Gunness

Belle Gunness, la “viuda negra” de Chicago

Nacida en Noruega, emigró a Estados Unidos a fines del siglo XIX y construyó una vida marcada por la muerte de quienes la rodeaban. Según diversas investigaciones, Belle Gunness asesinó a sus maridos, a varios pretendientes y hasta a sus propios hijos, envenenándolos o incinerándolos. Se estima que mató a unas 49 personas entre 1896 y 1908. La justicia nunca logró juzgarla: murió en un incendio en circunstancias que aún generan dudas.

Shirin Gul, la “asesina del kebab”

El caso de esta mujer afgana estremeció a Medio Oriente en la década del 2000. Gul seducía a hombres con la promesa de compartir una comida y un encuentro íntimo. Luego, junto con sus cómplices, los asesinaba y enterraba en el patio de su casa. Fue condenada por 27 homicidios y pasó el resto de su vida en prisión, donde dio a luz a su hija.

Un caso reciente que conmociona Tucumán

La sombra de las “viudas negras” también planea sobre un caso que investiga la Policía tucumana. Un hombre de más de 70 años fue hallado inconsciente en su vivienda de Barrio Norte, con signos de haber sido drogado. Según informaron fuentes judiciales, la casa estaba revuelta y faltaban objetos de valor, entre ellos sus ahorros en dólares.

El hombre continúa internado en grave estado y, hasta el momento, no pudo relatar lo sucedido. Personal de Homicidios, bajo la conducción de las comisarias Juana Estequiño y Susana Monteros, analiza las cámaras de seguridad de la zona y toma declaraciones a los vecinos para dar con la sospechosa.